Las cortinas cumplen tres objetivos principales: proporcionan intimidad, aíslan del frío y aportan personalidad a cualquier estancia. Un hogar sin cortinas es un hogar desnudo y sin carácter. Si escoges las adecuadas, tu casa dará un giro de 180 grados.
Los textiles son parte esencial de un hogar y, entre éstos, las cortinas adquieren un protagonismo indiscutible.
A la hora de comprar cortinas, la opciones son casi infinitas, pero al margen del diseño, para acertar de pleno en tu elección debes tener en consideración varios puntos. En primer lugar, la cantidad de luz, si quieres que con las cortinas corridas entre claridad, e incluso se entrevea el exterior o, por el contrario, prefieres el máximo de intimidad aunque sea a cambio de sacrificar claridad. Para la primera opción, deberás optar por tejidos ligeros, poco tupidos y de trama abierta, como algodón o lino. Para la segunda, comprar cortinas de tejidos con mucho cuerpo, como es el caso del terciopelo y la chenilla. Otros factores importantes a valorar son el grado de intimidad que esperas, el tipo de decoración que deseas y las tonalidades que predominan en ella.
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