No desperdiciar comida es una buena práctica que hay que aplicar siempre que sea posible. Sin embargo, hay alimentos que se pueden recalentar y otros que es mejor consumir directamente de la nevera, o incluso tirarlos. En el microondas, sea cual sea el modelo o la potencia, no se debe calentar:
El pan:
No es ni sabroso ni apetecible. En el microondas, la textura del pan acaba volviéndose húmeda y "chiclosa", no siendo lo más aconsejable para tu dieta. La excepción es poner el pan congelado a descongelar en el microondas, pero siempre prestando atención al temporizador.
Zanahoria:
Las zanahorias tienen concentraciones de hierro, magnesio y selenio en su composición. Si los pones a calentar en el microondas, estos compuestos pueden provocar chispas y arruinar el aparato.
Uvas:
Las uvas explotan (literalmente) en el microondas, así que tenga mucho cuidado al calentar platos con este ingrediente.
Huevos:
Calentar los huevos revueltos o escalfados es peligroso porque pueden causar graves problemas intestinales debido a la presencia de salmonella. Es preferible volver a comer este plato a temperatura ambiente.